Por Lucas García, CEO de Socialmood, Agencia de marketing de contenidos digitales.
La mayor parte de empresas fallan a la hora de desarrollar sus estrategias de contenidos, cometiendo errores que hacen que todo el esfuerzo sea en vano. Una buena estrategia de contenidos nos ayudará a conseguir los objetivos planteados, consiguiendo además una gran visibilidad en buscadores y atrayendo así el mayor tráfico cualificado posible a nuestras webs.
Con ese fin, conviene tener en cuenta los siguientes siete errores habituales en que suelen caer las compañías, a fin de evitarles y poder desarrollar una estrategia de contenido online con éxito.
- Esperar un retorno inmediato
La gran mayoría de empresas no invierte en contenidos, puesto que busca la manera rápida de obtener beneficios. Calcular el retorno de la inversión de los contenidos es una tarea muy compleja y requiere de un trabajo en profundidad en el que, para analizar el tráfico o la calidad del mismo, hay que tener presentes previamente factores como saber lo que se quiere conseguir con cada contenido, el coste de ello y el valor de la producción y mantenimiento de cada contenido, aspecto que suele olvidarse en la estrategia
- No tener un flujo de trabajo definido
En un trabajo donde intervienen varias partes y distintos procesos a la vez, es necesario que haya un flujo bien claro y definido. Tareas como la ideación, la creación de contenidos o la optimización deben de estar correctamente interiorizadas por parte del equipo editorial para que no se dupliquen y se produzca una falta de control y calidad del trabajo final. De esta manera, se consigue ganar más tiempo y productividad en la empresa.
- Pensar sólo en crear contenido
Una buena estrategia de contenidos no se basa únicamente en la creación de contenidos, sino en la difusión, promoción y optimización del contenido existente para mejorar la perdurabilidad y garantizar que el usuario encuentra información correcta en todo momento.
- Ignorar el contenido existente
Optimizar significa asegurarse de que el contenido tiene sentido después de un tiempo y construir relaciones entre el contenido generado previamente, que atrae tráfico, y el contenido nuevo, gracias a enlaces en los mismos u otras tácticas. Para que todo ello sea posible, el contenido tiene que ser atemporal y que perdure en el tiempo
- No priorizar audiencias
Muchas empresas dirigen sus contenidos a amplios segmentos de usuarios pensando que para todos será importante la misma información. Sin embargo, la realidad es que crear listas de usuarios tan amplias no es productivo. Lo correcto es conocer a cada persona o empresa y definirlas en profundidad para poder generar un contenido que tenga un sentido real y, sobre todo, que sea efectivo y lleve a conseguir los objetivos fijados. Es preciso por tanto priorizar los contenidos, como mucho, para una o dos personas. Es cierto que pueden ser de interés para varias personas a la vez, pero dirigirlos y segmentarlos a un número pequeño de grupos de usuarios muy concretos y definidos será más efectivo.
- Foco en cantidad y no calidad
La gran mayoría de empresas se centran en el volumen, en la constancia y en cumplir un calendario propuesto. Sin embargo, cuando se habla de generar contenido de calidad, muchas veces hay que prescindir de ello, puesto que, si no se consigue generar un contenido excelente y diferencial que lleve a los objetivos propuestos, no sirve de nada. Eso sí, no hay que tener miedo a crear contenido escaso, sino que hay que buscar la excelencia. Un mayor contenido siempre implica más esfuerzo, más dinero y mantenimiento y más de todo. Es importante que haya un objetivo de negocio claro que responda a una necesidad del usuario, y el contenido que sobreviva será el que realmente aporte valor a la cadena.
- Medir únicamente con Google Analytics
Lo más importante de la estrategia de contenidos de una empresa es conocer la audiencia: se necesita saber quiénes son, qué les gusta, qué necesitan… Para ello, se recomienda realizar encuestas de satisfacción o “newsletters” personalizadas, a fin de saber cada vez más sobre los usuarios. En esa línea, los informes de “user testing” también ayudarán a saber cómo navegan y cómo usan los contenidos que se han creado. Cuanto más conocimiento se tenga sobre un internauta, más valor se podrá aportar, ya que se sabrá lo que necesita en cada momento.