Lo cierto es que el ámbito de trabajo del CIO ya ha evolucionado en los últimos años hacia un nuevo contexto que va, desde el trabajo bajo los estándares de la informática tradicional, a lo que se ha venido llamar la “negociática”, es decir, la transformación de la función del CIO hacia un nuevo orden en el que se prioriza su papel como garante de una correcta coordinación, implementación y mejora de los procesos de negocio de forma proactiva y bajo una visión global de los objetivos a conseguir por la compañía, además de proporcionar las herramientas tecnológicas adecuadas para soportar dichos procesos.
En este contexto nuevo de trabajo denominado “negociática”, en el que lo que cuenta es disponer de una visión general global de todos los mecanismos que actúan en la empresa para entender el proceso en su globalidad, es decir, desde que se define el producto/servicio hasta que se cobra por el mismo, los CIO’s que han pasado a desarrollar ese nuevo rol cumplen los siguientes criterios:
- Comunicación y anticipación. Los CIO’s, saben identificar rápidamente las implicaciones de cada decisión de negocio y anticipar sus consecuencias, proponiendo medidas aceleradoras de éxito y atenuantes de potenciales impactos negativos.
- Proactividad, conociendo todas las posibilidades que ofrece la tecnología. El CIO plantea adaptaciones a los procesos para mejorar la productividad y la competitividad de los procesos definidos.
- Rigor. El CIO sabe demostrar que los procesos de sistemas de información son estables, y fiables, midiendo resultados y efectuando acciones constantes de mejora continua.
- Mejora continua. La selección de las mejores soluciones para mejorar la eficiencia de su departamento es una constante; y en este sentido, es interesante constatar que los CIO’s más eficientes ya no acuden a los grandes proveedores tradicionales, sino que buscan mejores condiciones en proveedores más pequeños y, por lo tanto, que puedan efectuar mejores condiciones y más flexibles.
Mientras, por su lado, la informática tradicional está pasando a ser una commodity en la que el valor se encuentra en los procesos que faciliten el crecimiento (mayor capacidad de comercialización en productos y ámbito de aplicación), más que en procesos de soporte administración y de gestión.
Por Setesca, consultora especializada en la reducción de costes e incremento de la productividad y eficiencia TI
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